Nuevos temas para el blog

Compré este dominio hace tres años. Desde entonces, dos veces al año elimino todo el contenido, lo rediseño y lo re-escribo, tanto en código como en texto. He pensado en escribir observaciones de mis experiencias, mínimas notas teóricas (zettelkasten) o pedazos más densos de mis ensayos de doctorado. Nada permanece, ni parece ser suficiente.

Aprendí dos cosas: escribir la prosa es una batalla interior, escribir el código es una batalla exterior. En la primera, la amplia libertad del lenguaje natural te obliga a responsabilizarte de cada palabra; en la segunda, la restrictiva naturaleza del código te obliga a respetar el espíritu funcional de la sintaxis lógica.

Cada que creo que no pararé de escribir, cada que presiento que he alcanzado un momentum, me quedo sin tiempo, sin espacio o sin ganas. Un silencio largo. Tras un tiempo, me acuerdo de este sitio y pienso en cómo rediseñarlo, en una nueva estrategia de contenido, esperando que ese archivo CSS o esa función en Javascript me den la motivación para regresar, pero jamás ha funcionado. Mientras tecleo esto, pienso que este sitio es un fútil monumento a Sísifo, personaje obligado a subir una piedra a la cima de un monte sólo para dejarla caer y empezar de nuevo. Supongo que desde una perspectiva menos occidental, también podría ser un jardín zen, destinado a desaparecer una vez alcanzado un orden satisfactorio.

Por eso he decidido que escribiré sin estrategia, y no haré más modificaciones. Cuando mucho, tal vez añada el rss en el futuro. Habrá textos largos con referencias, textos cortos con recordatorios, colecciones de enlaces interesantes para mí, resúmenes de lecturas o deliberaciones. Todo esto será lo menos automatizado posible, estará basado en la arquitectura más simple y funcional del hipertexto: indexaré manualmente las colecciones (no tags), y las pondré en páginas donde tengan mayor relevancia. Tacharé y reescribiré secciones enteras si es necesario, para actualizar mis creencias sobre el mundo junto con los textos que las expresan.

Eso es todo, este es y seguirá siendo uno de esos sitios anti-tráfico, anti-monetización, anti-interés-noticioso-teórico-estético. Con suerte, esta práctica me convertirá en una suerte de carpintero del HTML, de humilde pero respetable oficio.